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Advertencias sobre el volcán Poás y las comunidades adyacentes.

El volcán Poás continúa mostrando una actividad constante, lo que conlleva a que se mantengan las advertencias en las comunidades cercanas. La situación actual requiere atención continua, ya que la actividad del volcán puede influir significativamente en las condiciones de vida y la seguridad de los residentes en su entorno.

En el momento presente, tanto el Volcán Poás como el Parque Nacional Bajos del Toro se clasifican con una alerta naranja. Además, hay seis cantones circundantes que se encuentran bajo un estado de alerta verde. Esto se debe a la influencia de gases y cenizas que provienen de la erupción volcánica, lo que puede afectar a las comunidades aledañas de diversas maneras.

Nota más: Un total de 71 personas se ha visto afectado por la inhalación de gases y la exposición a la ceniza del volcán Poás en las localidades de Grecia, Poás y Sarchí.

Fundamentos del comportamiento del volcán

Walter Fonseca, el director de gestión de riesgos de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), explicó que la manifestación de la amenaza volcánica es el aspecto más crucial para la actualización de las alertas en la zona. Esto implica una vigilancia constante de la actividad volcánica.

“El volcán Poás no ha experimentado cambios significativos en su comportamiento. Según los informes técnicos proporcionados por Ovsicori, la Red Nacional Sismológica y el Comité Asesor Técnico, la actividad reciente ha permanecido constante en las últimas semanas,” declaró Fonseca. Esto sugiere que siempre que la actividad del Poás no aumente considerablemente, las advertencias permanecerán sin cambios.

La Comisión Nacional de Emergencia toma decisiones fundamentadas en análisis científicos meticulosos. Su objetivo principal es identificar acciones que deben llevarse a cabo dependiendo del nivel de amenaza establecido.

Las advertencias emitidas por la CNE están categorizadas en cuatro niveles:

  • Verde: preparación
  • Amarillo: Movilización
  • Naranja: Retención
  • Rojo: Respuesta directa

“Es fundamental entender que las advertencias no solamente alertan sobre el comportamiento del volcán, sino que también consideran la influencia de dicho evento en la población y los sectores que lo rodean”, enfatizó Fonseca. “Las decisiones sobre evacuaciones dependerán de las evaluaciones diarias que realizamos, así como del impacto observado en la comunidad y los sectores susceptibles a estos peligros”, agregó.

¿Concuerda el nivel del volcán con la alerta vigente?

La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) ha mencionado que es común que exista confusión respecto a que los niveles de actividad volcánica proporcionados por el Ovsicori son los mismos que las advertencias oficiales. Sin embargo, esto no es correcto.

Ovsicori utiliza una escala interna que varía de niveles 1 a 4 para describir las condiciones del volcán, basado en parámetros que incluyen la emisión de gases, la materia de erupción y la actividad sísmica. Aunque puede que utilicen colores similares para indicar los niveles de alerta, estos no implican que las comunidades deban tomar acciones inmediatas.

Por otro lado, las alertas del sistema nacional de gestión de riesgos están específicamente diseñadas para definir las reacciones y medidas a seguir ante amenazas que son reales o potenciales, proporcionando así una estructura más clara y eficiente para responder a situaciones críticas.

Advertencia sobre los ríos

Un aspecto adicional que se monitorea de cerca es el comportamiento de los ríos, particularmente el Agrio y el río Cuart, que están ubicados en la zona de Bajo de Toro. Estas vías fluviales pueden verse afectadas por las lluvias, lo que representa un riesgo significativo para las personas que se encuentran aguas abajo de estas corrientes.

A pesar de que las condiciones del clima actual han sido secas, se recomienda encarecidamente evitar el acceso a estos ríos.

“La actividad volcánica es responsable de una constante acumulación de cenizas en el área. Aunque no podemos determinar con exactitud la cantidad presente, es suficiente para considerarse un riesgo. Si las lluvias ocurren, las cenizas se desplazarán hacia los canales,” advirtió Fonseca.

Lo que se presenta como un peligro es que la consistencia de los ríos cambia al combinarse con cenizas, lo que puede afectar la capacidad de las personas para flotar o nadar. Aunque las visitas a zonas turísticas siguen permitidas, las autoridades reiteran la importancia de evitar el ingreso a los ríos que rodean al volcán.