

Completar sus objetivos y gestionar su tiempo de manera efectiva, tanto en el ámbito laboral como en el personal, puede resultar un desafío significativo, especialmente si el aplazamiento actúa como una barrera constante en su progreso. La lucha contra la procrastinación requiere un enfoque consciente y estrategias efectivas que fomenten la motivación y mantengan la concentración en las tareas cotidianas.
Utilice pequeños trucos para fomentar su motivación. Lo que actúa como un combustible que impulsa su productividad puede ser crucial para determinar cómo se enfrenta a los desafíos de su día a día. Aquí presentaremos cuatro estrategias efectivas que le ayudarán a mantener su motivación a flote y a eliminar las distracciones que podrían desviar su atención de sus objetivos.
El cumplimiento de las tareas ya es una motivación para su cerebro
El profesor Manu Kapur, experto en Ciencias de Aprendizaje y Formación Universitaria en el ETH de Zurich y autor de ‘Error productivo‘, afirma que «estamos felices de cerrar ciclos. Deseamos finalizar lo que hemos comenzado. De hecho, existe una fuerte conexión emocional al completar aquellas tareas en las que hemos invertido nuestro tiempo». Este aspecto de la motivación fue destacado en una entrevista en Fast Company.
Este fenómeno se respalda con estudios realizados por Schafarnik Bluma en 1927, donde se identificó el efecto de primado cognitivo que promueve un estado de concentración en el cerebro, priorizando la información necesaria para completar tareas específicas.
Por otro lado, Maria Ovsiankina complementó los hallazgos de Schandenarnik en 1928 para demostrar la tendencia natural del cerebro a concluir tareas ya iniciadas, aun cuando no resulten obligatorias. Esta necesidad incesante se asemeja a cerrar una puerta que se ha dejado abierta.
Por lo tanto, uno de los claves para mantener la motivación es simplemente comenzar a realizar las tareas. Dar ese primer paso es crucial. Mel Robbins, oradora y autora del libro «El poder de los 5 segundos: convierte un día en un día», habla sobre la «energía de activación» que se genera al iniciar una tarea.
Según Robbins, el mayor aliado del aplazamiento es la inacción. Una vez que se compromete con una tarea durante tan solo dos minutos, su cerebro encontrará automáticamente la manera de continuar hasta completarla.
1- Divide las tareas
Una de las razones por las que la procrastinación anida y la motivación se desvanece es la sensación abrumadora de que la tarea es demasiado extensa. No se desespere; ¡la solución podría ser más sencilla de lo que imagina! Divida las tareas grandes en componentes más pequeños y manejables.
Este método se basa en el concepto denominado «efecto del progreso», formulado por expertos en psicología, Teresa M. Amabile y Steve J. Kramer. A través de su investigación, analizaron a miles de trabajadores y encontraron que incluso un progreso pequeño es un factor esencial para mantener la motivación en el trabajo.
Al completar cada pequeño logro, se libera dopamina en el cerebro, lo que genera una sensación de recompensa y, así, mejora su motivación. Esto indica que estas pequeñas victorias tienen un impacto positivo en su estado emocional y, por ende, en su productividad y compromiso. Los estudios de Amabile y Kramer subrayan la importancia de fragmentar grandes objetivos en pasos más accesibles para promover un avance continuo.
2- Revisa tus logros
Si una tarea se extiende más de lo previsto y su motivación comienza a decaer, Kapur sugiere cambiar la perspectiva laboral para enfocarse en lo que ya ha logrado en lugar de obsesionarse con lo que todavía queda por hacer.
«Si su meta es nadar 20 largos, en lugar de enfocarse en lo que falta, puede pensar: ‘He venido a nadar y ya he completado cinco largos’. «
Este sistema se conoce como el efecto de gradiente de objetivos, un concepto de psicología que describe cómo las personas tienden a aumentar su esfuerzo y motivación al lograr ciertos hitos. Fue examinado originalmente por el psicólogo Clark L. Hull en 1932 y se aplica ampliamente en áreas como la conducta humana, el marketing, la productividad y los objetivos personales.
Un estudio de 2006 realizado por Kivetz, Urminsky y Zheng en el campo del neuromarketing, evidenció que los consumidores aceleran sus compras para completar programas de recompensas. Además, en el entorno laboral, se ha demostrado que la productividad y el enfoque de los empleados tienden a aumentar significativamente cuando completan un proyecto.
Especialmente al inicio de una tarea, es fácil caer en la trampa de mirar un objetivo que claramente está lejanas. Esta perspectiva puede desacelerar su impulso inicial. Para contrarrestarlo, es mucho más motivador reconocer todo el trabajo que ya ha realizado, que dejarse bloquear por lo que todavía está por llegar.
3- Evita el error de costos hundidos
¿Alguna vez ha visto una serie mediocre o leído un libro que no le entusiasma simplemente porque ya lo ha empezado? Esto se relaciona con el error de costo hundido, un sesgo cognitivo ampliamente estudiado en psicología y economía conductual.
Se refiere a la tendencia humana de continuar en una decisión, actividad o inversión solamente porque se ha dedicado tiempo, dinero o esfuerzo, incluso si la situación ya no es racional y lleva a pérdidas innecesarias.
Imagine que, después de varios años de estudio y dedicación, se encuentra en un trabajo que resulta ser monótono y poco estimulante. El error de costos hundidos puede impedirle cambiar de área, argumentando que, dado el esfuerzo que ya ha puesto, no quiere deshacer lo logrado.
Sin embargo, este es un clara trampa mental. Los «costos hundidos», como la capacitación o el esfuerzo invertido, aunque no se pierden, pueden contribuir a su experiencia y habilidades, y ser útiles en un nuevo sector donde podría encontrar una mayor motivación y satisfacción.
Como señala el profesor Kapur, «cada reconocimiento es significativo y el esfuerzo merece ser celebrado. El individuo se da cuenta de que no comienza de cero; posee un conocimiento previo que puede ser reactivado y utilizado para avanzar en su progreso personal».
4- El último esfuerzo
¿Alguna vez ha observado cómo un corredor de maratón, después de haber recorrido más de 42 km, saca fuerzas para acelerar en los últimos metros? Se trata del poder motivacional que facilita que el cerebro complete una tarea al visualizar la meta cercana.
Este impulso adicional de motivación, cuando se percibe que el final está a la vista, garantiza que se llevará a cabo la tarea y elimina la incertidumbre que acompañó todo el proceso. Está prácticamente hecho.
Aproveche este último empuje, un fenómeno que se produce casi de manera inconsciente en el cerebro, como uno de los trucos más sencillos; esto se debe al deseo innato del cerebro de finalizar lo que ha comenzado. Por lo tanto, utilícelo como una fuente de motivación natural. Completar las tareas porque «cada pequeño esfuerzo que me queda, no lo dejaré a medias».
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Imagen | Sin obstáculos (Mierda tegan, tomada por Luis Villasmil))