
Desde que se impusieron tarifas arancelarias por parte del gobierno de Trump, China ha mantenido una postura firme y no se ha quedado de brazos cruzados. Esta reacción incrementa aún más la presión en el ya tenso contexto de la guerra comercial entre estas dos potencias globales.
La nueva situación. Con el anuncio realizado el 3 de abril, los aranceles exigidos por Estados Unidos a los productos importados desde China han alcanzado un impresionante 54%. En una respuesta recíproca, China ha decidido implementar un nuevo paquete de tarifas que llega al 34%. La fecha de entrada en vigor de las tarifas estadounidenses es el 9 de abril, mientras que las chinas iniciarán su efecto al día siguiente, el 10 de abril, generando así una serie de reacciones estratégicas y temporales entre ambas naciones.
Esta diferencia de un día entre la implementación de las tarifas puede ser vista como una ventana de oportunidad, lo que brinda a ambas naciones un marco temporal para posibles negociaciones de última hora. En este contexto de caos tarifario, hay dos actores relevantes en el mercado chino que merecen atención: Huawei y Apple.
La oportunidad de oro para Huawei. Huawei se ha consolidado como un acteur clave en el ámbito tecnológico, beneficiándose de un sólido apoyo gubernamental. De hecho, se espera que para principios de 2025, Huawei se convierta en el segundo fabricante de teléfonos inteligentes en China, justo detrás de Vivo y superando a Apple. Aparte de su éxito en el mercado de teléfonos inteligentes, Huawei desempeña un papel crucial en el país en lo que respecta a la infraestructura de redes y la producción de plataformas múltiples, así como de software y hardware.
La compañía se proyecta como un símbolo de autosuficiencia tecnológica, tanto a nivel de software como de hardware. Recientemente, Huawei anunció que abandonaría el sistema operativo Android en favor de HarmonyOS, un sistema diseñado principalmente para el mercado asiático, con desarrollo local y sin dependencia de códigos extranjeros, algo muy significativo en medio del conflicto comercial.
Además, Huawei ha estado trabajando arduamente durante varios años para volver competitiva su producción de semiconductores, focos actualmente en la litografía de siete nanómetros. Gracias al apoyo de SMIC, el gigante chino en la producción de chips, la compañía ha logrado establecer su propia capacidad de fabricación en este esencial sector.
Danza de la cuota. Huawei posee aproximadamente el 17% del mercado, en comparación con el 16% de su competidor Vivo y el 15% de Apple. Sin embargo, tras la implementación de una nueva tarifa del 34% sobre productos estadounidenses, Apple podría verse en una situación difícil que la podría alejar notablemente del mapa y dejar el camino libre a los fabricantes chinos para un dominio absoluto en el sector.
Para Huawei, que ha visto un crecimiento constante durante los últimos años, esta situación podría ser el mejor escenario posible. Con el respaldo del gobierno chino, la compañía busca reafirmar su posición en el mercado, habiendo invertido recursos en maquinaria nacional para producción de chips e incluso recibiendo exenciones fiscales para tecnología de este tipo.
No será el único beneficiario. Aparte de Apple, las empresas nacionales han estado dominando ampliamente el mercado chino, que incluye a marcas reconocidas como Vivo, Oppo y Honor, cada una de ellas con cuotas de mercado que reflejan su éxito. Apple ha dependido fuertemente de China como un mercado clave durante años; en 2024, se reportaba que era responsable de aproximadamente el 30% de sus ingresos. Sin embargo, en el primer trimestre de 2025, en medio de esta intensa guerra comercial, la contribución de China a sus ingresos se desplomó al 15.83% según las estadísticas.
Un aumento aún más agresivo en los aranceles podría resultar fatal para la compañía de Cupertino, que ahora se encuentra en medio de un complicado panorama donde tarifas similares en otras naciones como Vietnam e India están impactando significativamente su estrategia de fabricación y sus márgenes de ganancia.
Cinco días de duda. Las tarifas impuestas mutuamente entre Estados Unidos y China siguen planteando riesgos para el mercado global, con posibles repercusiones como la caída de los mercados de valores y el aumento de costos de producción que afectan incluso a empresas fuera del sector tecnológico. Gigantes como Nike también se podrían ver gravemente afectados, un fenómeno que está ocurriendo casi en todas las mesas de la alta tecnología.
La semana próxima será crucial para determinar si existe un espacio para las negociaciones diplomáticas o si la guerra comercial se verá forzada a avanzar a una etapa más intensa.
Imagen |
En | Huawei ya no compite: construye su propia realidad paralela