

Durante un tiempo prolongado, España ha enfrentado un ambiente de melancolía en el contexto de la Unión Europea debido a sus elevadas tasas de desempleo. Sin embargo, el horizonte podría estar cambiando, y se observan tendencias inquietantes en naciones como Suecia y Finlandia, donde las cifras de desempleo están en aumento.
Más allá de la naturaleza peculiar de los mercados laborales en los países nórdicos, un elemento crucial parece ser el responsable de esta inversión en la tendencia: la huelga juvenil en estas naciones no ha hecho más que incrementarse, mientras que en España, este fenómeno ha mostrado señales de desescalada.
Un cambio de ciclo. Después de los datos de febrero de 2025, Eurostat destacó una notable reducción en la tasa de desempleo de España, que se situó en un 10,4%. Aunque estos números no son alentadores en términos absolutos, considerando que la media del desempleo en la UE se halla en 5.7% y 6.1% en la zona euro, representan un avance significativo comparado al catastrófico 26.06% que se había registrado anteriormente.
Aun así, las expectativas no son tan optimistas para Suecia, que experimentó un crecimiento de su tasa de desempleo al 8,9%, mientras que Finlandia alcanzó el 9,2%. Aunque estas cifras son todavía más bajas que las de España, la trayectoria ascendente de los desempleos en los países nórdicos está encendiendo una señal de alarma.
La situación en Suecia. En Suecia, el mercado laboral está atravesando una transformación considerable, sobre todo entre los jóvenes. Según Eurostat, el desempleo juvenil ha experimentado un aumento del 23.8% en febrero de 2024 al 25.1% en febrero de 2025, lo que genera preocupación entre los analistas y responsables de políticas.
Las fuentes de la UE han señalado que esta crisis de desempleo juvenil se debe en gran medida a la falta de alineamiento entre el sistema educativo y las demandas del mercado laboral. Un claro ejemplo es que Suecia no cuenta con una estrategia efectiva para prevenir el abandono escolar prematuro. Este desfase se traduce en un mercado en el que muchos jóvenes llegan con escasa capacitación vocacional. En 2022, el país intentó impulsar la formación profesional entre sus jóvenes para frenar el incesante aumento del desempleo juvenil; sin embargo, las medidas adoptadas no han resultado suficientes para detener la tendencia negativa.
Finlandia: un posible líder en desempleo. Del mismo modo, Finlandia se enfrenta a desafíos similares, con una tendencia creciente en su tasa de desempleo. Los datos de Eurostat indican que la tasa de desempleo pasó del 8.1% en febrero de 2024 a un notable 9.7% en enero de 2025, aunque se ha moderado a un 8.8% en febrero de 2025. A pesar de los intentos de diversificar su economía, la dependencia de sectores específicos, como el tecnológico, hace a Finlandia más susceptible a las fluctuaciones económicas globales y a condiciones adversas, como aquellas impuestas por la política de negociación colectiva de Trump.
Observando las cifras de desempleo juvenil, el patrón es similar: esta tasa aumentó del 18.1% en febrero de 2024 al 20% en febrero de 2025, evidenciando un creciente problema que también afecta a esta franja demográfica.
La clave para el progreso de España: sus jóvenes. En el caso de España, al analizar las cifras de desempleo juvenil, se observa una tendencia opuesta a la de Suecia o Finlandia. La tasa de desempleo de los jóvenes menores de 25 años disminuyó del 29.5% en febrero de 2022 al 25.5% en febrero de 2025. Aunque estos números no son perfectos, ofrecen una visión de mejora continua y reflejan un cambio positivo en la situación del empleo entre los jóvenes en comparación con el pasado reciente.
En contraste con las dificultades de Suecia, la reforma de la formación profesional (FP) en España ha sido bien recibida, facilitando la entrada de jóvenes al mercado laboral. Según datos del INE, el empleo juvenil ha experimentado una notable reducción de tasas: se logró una disminución del 50,23% en el cuarto trimestre de 2021 para el grupo de 16 a 19 años y del 27.20% para aquellos entre 20 y 24 años, con cifras a 38,79% y 22,02% respectivamente.
El potencial de la FP como fuente de nuevo talento. Según los estudios recopilados en el documento titulado »Cómo promover la capacitación vocacional en España: recomendaciones basadas en modelos alemanes y austriacos, elaborado por el Royal Institute Elcano, se estima que alrededor del 50% de las oportunidades de empleo en 2025 pertenecerán a profesionales con la calificación de técnico profesional superior. Esto pone de manifiesto la necesidad urgente de cultivar nuevos talentos capacitados para hacer frente a la demanda en el mercado laboral.
Estos datos se ven respaldados por la información publicada por el Ministerio de Educación, Entrenamiento Vocacional y Deporte, que indica que durante el curso 2022-2023, el número de estudiantes de FP creció un 32,6%, con un aumento notable del 41,9% en la matrícula de estudiantes.
Rutas hacia un futuro mejor. A pesar de los avances en la reducción del desempleo, especialmente entre los jóvenes, España todavía tiene un largo camino por recorrer antes de que sus datos de desempleo sean motivo de celebración. El mercado laboral español continúa siendo susceptible a la estacionalidad, en gran medida debido a su dependencia del sector turístico y la hostelería, que son sectores inherentemente fluctuantes.
En comparación, países como los Países Bajos (3.8%) y Alemania (3.5%), a pesar de enfrentar sus propias crisis, han logrado mantener tasas de desempleo relativamente controladas. Esto se debe a que han hecho fuertes inversiones en la capacitación de su juventud y han implementado políticas de empleo activas que han dado buenos resultados.
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