Es posible que Elon Musk se involucre profundamente con la administración pública y contribuya con su experiencia en la optimización de procesos. Sin embargo, su participación podría ser un único esfuerzo o un fracaso que lo seguiría durante el resto de su carrera. Esta situación se desarrolla en un contexto donde un antiguo lenguaje de programación, con raíces que se remontan a los años 50, está siendo utilizado en los sistemas de la Administración de la Seguridad Social de los Estados Unidos, que cuenta con aproximadamente 65 millones de usuarios que dependen de sus servicios.
Un plan arriesgado. Según una reciente información publicada por Wired, el Departamento de Eficiencia del Estado (DOGE) ha iniciado un proyecto que busca migrar todos los sistemas de la Administración de la Seguridad Social de los Estados Unidos (SSA) en un tiempo relativamente corto, utilizando un lenguaje de programación actual que reemplazaría al COBOL, que ha sido el pilar tecnológico de la SSA desde la década de 1950. Este cambio tiene como objetivo reemplazar el viejo lenguaje por una tecnología más moderna como Java.
El problema? Los expertos advierten que esta transición representa un desafío técnico monumental y es extremadamente arriesgada. Esto se debe a que el sistema COBOL tiene funciones críticas que manejan los números de seguridad social y los pagos a millones de beneficiarios. Cualquier migración apresurada podría provocar errores en los pagos o, en el peor de los casos, una interrupción completa del sistema que afectaría a más de 65 millones de individuos. La falta de precisión podría derivar en problemas financieros graves para muchos ciudadanos que dependen de estos pagos.
Musk y el sistema. Este proyecto parece surgir en un contexto de creciente presión del gobierno de Trump sobre la SSA. Musk ha criticado abiertamente la agencia, alegando, sin pruebas, cuestiones relacionadas con fraudes en sus registros, como pagos a beneficiarios supuestamente de 150 años de edad. Esta situación está generando una percepción errónea, desviando la atención de las verdaderas dificultades técnicas asociadas con el viejo sistema COBOL.
Desde que DOGE asumió responsabilidades en la SSA, la agencia ha enfrentado recortes presupuestarios y una deterioración de sus servicios, lo que incluye caídas frecuentes en su sitio web y tiempos de espera prolongados que son evidentes para el público.
Efecto dominó. El sistema de la SSA comprime más de 60 millones de líneas de código en COBOL, y su infraestructura básica, incluida la base de datos de la SSA, no ha sido actualizada de manera significativa desde los años 80.
Como se mencionó en Arstechnica, la delicada arquitectura del sistema significa que una modificación sin las medidas de precaución adecuadas podría provocar un efecto dominó de errores impredecibles, afectando no solo los cálculos de pagos, sino también la estabilidad del sistema que respalda la mayor red de seguridad social a nivel mundial.
Doge y la inteligencia artificial. En este contexto, Wired indica que el equipo que lidera el proyecto está compuesto por ingenieros jóvenes e inexpertos, cuya tarea inicial era desarrollar sistemas para el examen de identidad y auditorías, en el marco de la polémica iniciativa «¿Eres un proyecto vivo?«.
La falta de un plan sólido y la intención de recurrir a inteligencia artificial generativa para reescribir millones de líneas de código de manera acelerada incrementan las preocupaciones dentro de la SSA. Además, los expertos han comentado que incluso con varios años de esfuerzo, podría no ser factible asegurar que las nuevas aplicaciones puedan replicar todos los cálculos y reglas comerciales sin error.
Los beneficiarios en la cuerda floja. Es evidente que los riesgos no solo implican la posibilidad de pagos incorrectos, sino también la alarmante posibilidad de que millones de personas dejen de recibir sus cheques, lo que desencadenaría una crisis social sin precedentes. Con muchos empleados descritos dentro de la SSA como «mantenedores con cinta adhesiva», la migración apresurada y sin una planificación adecuada no solo amenaza a la SSA, sino que pone en peligro uno de los pilares del estado de bienestar en los Estados Unidos.
Costos de velocidad VSA. La decisión de priorizar resultados rápidos, impulsada por la administración de Dege y el gobierno Trump, muestra una clara inclinación a realizar mejoras sin considerar las consecuencias. Existen pruebas claras de que se busca una «modernización» en tiempos récord, aunque resulte en la interrupción de servicios esenciales para la población.
Sin un plan viabilidad y recursos apropiados, la migración de la SSA parece más un experimento político que una solución efectiva, poniendo en riesgo la vida de millones de ciudadanos que dependen de sus servicios.
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