Por Rafael Morán
Científicos de la Universidad de Exeter revelan que el cambio climático provocado por las actividades humanas lleva al sistema natural a varios puntos sin retorno. Los arrecifes de coral, que ya están disminuyendo en algunas regiones, sufrirán daños irreversibles.
Un nuevo informe científico coordinado por la Universidad británica de Exeter indica que los arrecifes de coral que tienen agua caliente se enfrentan a temperaturas insostenibles para su supervivencia. Un mes antes de la conferencia climática COP30 en Brasil, la publicación del Informe de puntos de inflexión global Es una señal de alarma de los científicos a los líderes políticos que se reunirán en la ciudad, a las puertas del Amazonas. El mundo se acerca a varios puntos climáticos debido al cambio climático y ‘cada fracción adicional de calentamiento global’ aumenta los riesgos de derretimiento irreversible de las capas de hielo, del colapso de las corrientes oceánicas más importantes y del retroceso de la selva amazónica, con costos impecables para la biodiversidad, advierten los autores del informe.
«Es necesario minimizar el alcance y la duración de la temperatura global por encima de 1,5 °C. Para lograrlo, las emisiones antropogénicas globales de gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad para 2030 en comparación con los niveles de 2010 y el objetivo de alcanzar emisiones netas cero para 2050», insisten los científicos.
La situación de los arrecifes de coral, con otro episodio global de blanqueamiento bajo los efectos del calentamiento prolongado de las aguas, es particularmente alarmante: «Con un calentamiento global de sólo 1,4°C, superación de los arrecifes de agua caliente y sufrimiento de muertes sin precedentes a largo plazo», con consecuencias negativas a largo plazo para innumerables especies. Animales marinos que encuentran alimento y refugio en los depredadores de los arrecifes.
«Si seguimos aumentando las emisiones de dióxido de carbono, los arrecifes como nosotros sabemos que esto cambiará irreversiblemente», confirma François Cabada Blanco. Pero «Esto no significa que todos vayan a desaparecer, sino que van a cambiar. La cuestión es cuándo ocurrirá, dónde y a qué velocidad», afirma el profesor de ecología tropical de la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido.
Cabada Blanco, copresidente del grupo de estudio de corales de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), recuerda que las prolongadas olas de calor marinas interrumpieron la simbiosis entre microalgas y corales, con consecuencias dramáticas: el blanqueamiento de los arrecifes, y los que se recuperaban, su reproducción en el perpetrador.
«La temperatura media sigue aumentando y la frecuencia de estos fenómenos de calor está aumentando. Antes ocurría cada cinco años y no en todas las personas del mundo.
Y aunque algunas especies se recuperan, el declive de los arrecifes, por ejemplo, es visible en la Gran Barrera de Coral del Pacífico.
A pocas semanas de la cumbre climática que marcará el décimo aniversario del acuerdo de París, el ecologista Cabada Blanco insiste en que «la urgencia es cierta, debemos actuar», pero «no debemos estar derrotados, la causa no está perdida».
En Belém, por ejemplo, se negociarán mecanismos financieros para movilizar fondos para la transición energética hacia energías libres de combustibles fósiles. Y antes de la cumbre, los países firmantes del acuerdo de París deberán ofrecer sus planes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.