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el extraño caso de tumor cerebral que pasó desapercibido durante 30 años – Al Día cr

Imagínese reírse sin motivo alguno, no de alegría porque haya escuchado un chiste, sino como una risa hueca y agonizante que no puede detener. Este fue el caso de una mujer de 31 años. su realidad desde que era bebe y para todos los que la rodeaban, esto era un simple “tic” o un comportamiento “extraño” de su parte. Pero al final resultó que se trataba de algo mucho peor: un tumor cerebral.

Un caso clínico sin duda excepcional y que merece publicación en la revista Epilepsy & Behavior Case Reports. Y es raro no sólo por sus síntomas, sino también por su desarrollo, que a priori fue completamente inofensivo. Algo que no ha sido documentado por nadie antes y que es extraordinario.

La risa. Desde pequeño, el paciente experimentó episodios de risa breve y triste. Antes de cada episodio sentía una opresión en el cuello y el pecho, una especie de “miedo” que le advertía de lo que estaba por venir. Segundos después, estalló la risa, dejándola consciente pero angustiada porque a nadie le gusta hacer algo sin saber por qué lo hace. Además, sin controlar el contexto social en el que se produce.

Todo esto también conduce a una condición muy estresante como dificultad para respirar, piel enrojecida, dificultad para tragar o incluso llorar al reír.

Pero había una buena noticia en todo esto: aunque las convulsiones se habían vuelto más frecuentes en el pasado, llegando a 6 o 7 convulsiones diarias que incluso la despertaban por la noche, con el tiempo se volvieron más leves y más cortas, durando sólo uno o dos segundos. Esto le permitió ocultarlos en la mayoría de los casos.

Un diagnóstico tardío. La causa siguió siendo un misterio durante años. La mujer se sometió a una resonancia magnética cerebral y a múltiples electroencefalogramas, que resultaron normales. Incluso le recetaron tratamientos. levetiracetam Y lamotriginalos cuales no surtieron efecto y fueron abandonados.

Una segunda resonancia magnética más detallada proporcionó la clave. Esta vez, los especialistas encontraron al culpable: una pequeña anomalía de 5 mm en el hipotálamo compatible con una hamartoma hipotalámico (S.S). Un hamartoma es una malformación congénita parecida a un tumor que en este caso provocó los ataques de risa. El diagnóstico final fue:Crisis gelástica secundaria a un hamartoma hipotalámico”, es decir, una forma muy especial de epilepsia.

Un caso único. Este caso es realmente especial, no por los hallazgos de la resonancia magnética, sino porque los hallazgos suelen estar asociados a síntomas muy graves como crisis epilépticas o deterioro cognitivo. Pero en este caso no se produjo ninguno de estos problemas.

Al contrario, llevaba una vida completamente normal, con estudios universitarios y un trabajo fijo en la administración local, lo que no le causó ninguna dificultad. Y todo ello sin medicación prescrita. En estos casos surge inevitablemente la pregunta: ¿Por qué?

Los autores no tienen nada clara la respuesta a esta pregunta. La explicación más probable es que el tamaño del hamartoma era excepcionalmente pequeño. En la literatura, se encontró que los hamartomas mayores de 1 cm de diámetro estaban asociados con crisis de tipo gelástico plus más graves. Pero el pequeño tamaño, junto con una localización muy específica, probablemente explica tanto la levedad de los ataques como la ausencia de otros síntomas graves.

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