
La incertidumbre ha dejado de ser una cuestión conjunta de convertirse en la preocupación dominante de la sociedad costarricense. A 60% de los ciudadanos Identifique la seguridad y el crimen como el problema nacional más importante, según el registro de la investigación de enfoque firme entre el 8 y el 14 de septiembre a nivel nacional. Tiene un margen de ± 3.4% de error y un nivel de confianza del 95%.
El estudio coloca la seguridad por encima de la economía, el costo de vida y el desempleo, que ocupa el segundo lugar en un 20%. La corrupción, que tradicionalmente ha tenido preocupaciones en otros períodos, aparece en un tercer avión con solo el 10%.
Además de la visión nacional, los encuestados también colocaron la seguridad como un problema inmediato que les afecta a ellos y a su familia. A 34% Del interrogador, señaló que el crimen es el asunto que el gobierno quiere resolver en una prioridad, muy cerca del 36% que mencionó el costo de vida y el empleo.
¿Quién es la culpa?
Según el informe de grabación, cuando se le preguntó: ¿a quién considera el principal responsable de la situación de seguridad en el país? El 17% señaló a las tres fuerzas: ejecutivo, legislativo y judicial.
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15% responsable de la reunión legislativa y los delegados.
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El 14% indica el poder ejecutivo y el presidente.
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El 11% indica el poder judicial, los jueces y los fiscales.
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4% a la policía.
El 4% culpó a los gobiernos anteriores, mientras que el 23% decidió no responder.
Una percepción dividida
Ahora, los ciudadanos que han sido consultados generalmente no piensan que la situación de seguridad ha empeorado durante este gobierno. El 54% de los encuestados cree que la incertidumbre no ha empeorado bajo el gobierno de Rodrigo Chaves, mientras que el 45% dijo que sí.
Antes de la cuestión de qué situación empeoró durante la administración de Chaves Robls, los costarricenses mostraron corrupción (64%), seguido por el costo de vida (60%) y la pobreza (56%).
Y parece que el creciente miedo social al problema de seguridad también se refleja en el apoyo a las medidas drásticas. Él El 89% apoya la construcción de un Megacárcel. Además, un El 72% está a favor de los costarricense de extradición vinculados al comercio de drogasIncluso si implica reformas constitucionales.
A pesar de esta preocupación por la seguridad, la responsabilidad dada a los poderes de la República y la percepción de que problemas como la corrupción, la pobreza y el costo de vida en este gobierno se han deteriorado, manteniendo la imagen de la estabilidad del presidente Chaves. El estudio revela que El 67% de los costarricenses aprecian su trabajo positivamente Y el 58% dice confianza en ello
San José se registró durante el primer trimestre de 2025 66 asesinatos (archivo/la imagen del observador utilizada para fines ilustrativos)
Deterioro en la seguridad
En los últimos años, Costa Rica ha visto en América Central como un «reverso de la paz» para liderar estadísticas de violencia mortal en la región. El país cerró 2023 con más de 900 homicidios, la cifra más alta en su historia, y en 2024 la tendencia no pudo regresar. La violencia, que se asocia en gran medida con el tráfico de drogas y el crimen organizado, se ha convertido en el mayor problema indicado por los ciudadanos en las grabaciones de opinión.
La Agencia de Investigación Judicial (OIJ) proyecta que 2025 con aproximadamente 900 homicidios involuntarios, una cifra que es alentadora.
Las autoridades y los analistas están de acuerdo en que Costa Rica ha dejado de ser un país de tránsito simple para convertirse en un nodo estratégico de comercio de drogas para los Estados Unidos y Europa. Las orquestas locales disputaron áreas y rutas, que repiten la dinámica de la violencia observada anteriormente en el Triángulo del Norte. Estas organizaciones tienen armas y estructuras de alto calibre que funcionan como negocios criminales, que han aumentado la mortalidad de las colisiones.
La crisis también llega al sistema de penalización. Con las cárceles superpobladas en un 30%, el estado se enfrenta al problema de aislar a los líderes criminales que continúan actuando fuera de prisión. Este problema llevó al gobierno a anunciar la construcción de un megacárcel, inspirado en el modelo salvadoreño, diseñado para acomodar a los prisioneros con gran peligro.
La creciente participación de Costa Rica en el flujo transnacional de drogas y el dinero ilegal la expone a los riesgos más importantes de corrupción y penetración penal en las comunidades costeras y fronterizas.
La disminución de la seguridad ya se refleja en la economía. La OCDE y las salas de negocios han advertido que la violencia podría desalentar las inversiones y afectar el turismo, uno de los motores de la economía nacional. La percepción de la incertidumbre también afecta la vida cotidiana: los vecindarios antes del silencio informan más asaltos, extorsión y disparos.