¿Alguna vez has pensado en la alarma: otros cinco minutos? Si es una de las personas que generalmente lo retrasan, debe saber que no ayuda a descansar. Por el contrario, interrumpa las fases profundas del sueño y aumente la sensación de fatiga.
Esto es revelado por un estudio publicado en Scientific Reports y los criterios del Dr. Pablo Vargas, decano de la Universidad de Ciencias Médicas en Costa Rica (Ucimed).
El informe internacional, dirigido por el general de Mass Brigham, analizó más de 3 millones de tardes para dormir a 21,000 personas y reveló que el botón de repetición se usó en el 56% de los casos, con un promedio de 11 minutos entre la primera alarma y el aumento.
Esa práctica, lejos de descansar, fragmenta el sueño y afecta especialmente el Freno de sueñoUna etapa importante para la consolidación de la memoria y la regulación emocional.
«La repetición de la alarma fragmenta el sueño y deja a las personas en un estado de somnolencia cuando se despiertan», advirtieron los investigadores.
Consecuencias para la salud
A la luz de esto, el Dr. Vargas explica que el impacto de este hábito se siente cansado por la mañana.
«Rem Dream es una de las etapas de descanso más importantes, en él consolidamos recuerdos, regulamos las emociones y ‘recargamos’ el espíritu. Si lo interrumpimos con el botón de repetición, el cuerpo entra en lo que se llama la inercia del sueño es una sensación de melancolía, confusión y bajo rendimiento que puede llevar a una hora después de nosotros», explicó.
Según el especialista, si esta interrupción se repite regularmente, El organismo no coincide.
«Se cambian hormonas como el cortisol y la melatonina, el reloj biológico es la alteración y, a la larga, incluso puede afectar la salud y el metabolismo del corazón», dijo el médico.
Un problema en Costa Rica
En el país, las condiciones de trabajo y las transferencias largas hacen que muchas personas caigan en este hábito.
«Nuestro país está en el proceso de desarrollo, y dentro de la población económicamente activa, es común que muchas personas jueguen entre uno y tres obras al mismo tiempo. Esta situación aumenta significativamente el nivel de fatiga y favorece la aceptación de prácticas poco saludables», dijo Vargas.
Agregó que los horarios forzados también tienen un peso importante.
«Si la población económicamente activa no completa al menos ocho horas de sueño, la fatiga aumenta y la necesidad de expandir artificialmente el resto, fortaleciendo el uso de inactivo».
Grupos más vulnerables
Según el especialista, hay sectores de la población más propensos a tener las consecuencias de posponer la alarma.
«En el caso de adolescentes y estudiantes universitarios, su ritmo natural queda dormido más tarde, pero los horarios de clase muy tempranos los obligan a interrumpir el sueño, aumentando la tentación de posponer la alarma», dijo.
Los seguidores o las trampas nocturnas también son una de las más afectadas. Estos tipos de horarios no son el reloj biológico y son preferencias por la somnolencia y otros trastornos del sueño, advirtió.
Además, enfatizó que aquellos que tienen que viajar largas distancias para llegar al trabajo tienen un mayor riesgo.
«Necesitan levantarse muy temprano, dormir menos horas y usar más a menudo para el sueño. No solo aumenta la fatiga, sino que también hace que sus transferencias sean más peligrosas, especialmente en medio de la acumulación de carretera», advirtió.
Hábitos para un mejor despertar
El médico también enfatizó que existen medidas simples que pueden ayudar a reducir el uso de la alarma diferida.
Es importante beneficiar a la higiene del sueño con algunos hábitos como:
- Exponerse a la luz natural
- Coloque la alarma lejos de la cama para que se vea obligado a levantarse
- Evite tener dispositivos electrónicos cerca del dormitorio
- Sugiere completar entre 7 y 8 horas de descanso continuo
Estas prácticas se agregan antes de las rutinas REST. Antes de dormir, es útil tener pequeñas rutinas relajantes, como leer un libro, meditar o practicar respiración profunda.
«También es conveniente evitar el café, el alcohol o las comidas muy pesadas por la noche, porque dificulta el descanso. Y aunque el ejercicio es muy recomendable para dormir mejor, el ideal no es hacerlo justo antes de acostarse», explicó.