La tensión geopolítica en el Medio Oriente ha alcanzado un nuevo pico después de confirmar que Estados Unidos ha atacado las instalaciones centrales en Irán. El presidente Donald Trump emitió un comunicado explicando que la operación estaba dirigida a las plantas de Fordow, Nathanz e Isfahán. «Hemos completado nuestro ataque contra las tres instalaciones centrales de Irán (…) con gran éxito. Todos los aviones ofrecen una casa saludable y salvada», dijo el presidente.
Este nuevo capítulo en el conflicto, que subió a una reciente ofensiva israelí, desató el miedo a una expansión militar que podría poner en peligro el suministro mundial de petróleo. Y es decir, el verdadero enfoque de la preocupación internacional ahora se está centrando en el estrecho de Ormuz, un importante canal marítimo para el comercio mundial.
¿Por qué es importante la calle Ormuz?
La calle Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el Mar Árabe y es el único fondo marino que transporta el petróleo desde los países productores de olas al resto del mundo. Aunque tiene apenas tres kilómetros de ancho en cada una de sus dos rutas de navegación, aproximadamente una quinta parte de todo el aceite consumido en el planeta está según las cifras citadas por la BBC.
Esto hace que la calle Sea sea un punto nervioso para el mercado energético. Cualquier intento de obstrucción, ya sea a través de ataques, sabotajes o decisiones políticas, puede tener consecuencias inmediatas en el precio del petróleo crudo, que genera inestabilidad económica en los países Importadores como Costa Rica.
¿Qué plan iré?
Irán, quien ha conservado sus exportaciones a pesar de las recientes hostilidades, tiene un plan para resistir la presión externa. Las imágenes satelitales y los informes de Bloomberg indican que el país ha logrado almacenar hasta 28 millones de barriles de petróleo crudo en la isla de Kharg, el punto más importante de jubilación para el mercado internacional. Además, ha exportado un promedio diario de 2.33 millones de barriles desde el comienzo de los ataques israelíes, lo que representa un aumento del 44% en comparación con el promedio anual registrado hasta el 14 de junio.
Sin embargo, varios líderes iraníes sugirieron una gran amenaza: bloquear la calle Ormuz. Esta acción, que se utilizó durante la década de 1980 durante la Guerra de Irán-Airak, se puede usar nuevamente como una medida de presión antes de la ofensiva de Israel y los Estados Unidos.
¿Qué puede pasar si la calle Sea está cerrada?
Según los datos de Washington Post, si el transporte en esta ruta se interrumpe por completo, el suministro global de petróleo podría caer en al menos un 20%. El impacto sería inmediatamente en los precios internacionales, especialmente en los países que dependen completamente de la importación de hidrocarburos, como el caso de Costa Rica.
En este contexto, la economía costarricense puede enfrentar los costos de combustible, con efectos en cascada en el transporte, la electricidad y los bienes de consumo. La incertidumbre geopolítica se convierte en un factor determinante para las finanzas nacionales.
¿Quién controla el paso?
La calle Ormuz es compartida por Irán, Emiratos Árabes Unidos y Omán, todos los miembros o aliados de la OPEP+. Sin embargo, su importancia estratégica lo convierte en un campo de alto voltaje. En años anteriores, Irán usó su posición en el área para enviar mensajes de energía contra sanciones o presión externas.
Ya en 2023, Estados Unidos fortaleció su presencia militar en la región tras las quejas de los esfuerzos iraníes para atrapar barcos mercantes. La historia muestra que cualquier movimiento en esta área genera reacciones en cadena que cambian tanto los saldos militares como los mercados globales.
En resumen, el riesgo de que Ormuz Sea Street no solo ponga en control la estabilidad de la energía global, sino que afectará directamente a las economías dependientes del petróleo, como Costa Rican. Por lo tanto, la geopolítica se convierte en una variable importante que puede golpear la bolsa de millones de personas en todo el mundo.