Tras la reciente Copa de Oro, donde Costa Rica experimentó un fuerte reembolso con un resultado de 13 a 1, la atención se centra en la selección nacional, que se alista para enfrentar uno de los desafíos más críticos de su historia futbolística en el año 2025. Este desafío incluye los clasificatorios para la Copa Mundial, que se han convertido en una prioridad fundamental para el equipo, además de su participación en la competencia de la Concacaf.
La acción reanudará en junio, cuando se lleve a cabo el cierre de la primera fase de los clasificatorios. Durante esta etapa, el equipo costarricense se verá las caras con las Bahamas en un partido como visitante, seguido por un encuentro en casa contra Trinidad y Tobago.
Las fechas de estos partidos están programadas para el 7 y el 10 de junio, lo que representa una oportunidad crucial para que Costa Rica acumule puntos y avance en la competencia.
Además, el 14 de junio comenzará la tan anticipada Copa de Oro, que se llevará a cabo en varias ciudades de Canadá y Estados Unidos, brindando así una plataforma para evaluar el rendimiento del equipo en un contexto internacional.
El sorteo de los grupos del torneo se llevará a cabo el 10 de abril, momento en el cual Costa Rica podrá conocer a sus rivales directos en esta competencia de alto nivel.
El director técnico del equipo nacional, Miguel Herrera, ha aprovechado estas fechas de partidos amistosos de la FIFA para comenzar a evaluar a los jugadores, especialmente a los más jóvenes, con el fin de integrarlos al sistema táctico que busca establecer en el equipo. El enfoque en estas sesiones ha sido inculcar una mentalidad competitiva y un estilo de juego dinámico y efectivo.
A lo largo de la preparación, Herrera ha podido observar el compromiso del equipo, así como su deseo de competir. La intensidad ha sido una característica destacada en los entrenamientos, mostrando que los jugadores están motivados y listos para hacer frente a los desafíos que se vienen. Esto no solo es fundamental para el crecimiento individual de cada jugador, sino también para el desarrollo colectivo del equipo.
La Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) está en busca de organizar un partido amistoso en mayo, que servirá como un momento crucial de ajuste y consolidación, permitiendo a los jugadores del Campeonato Nacional y a los entrenadores pulir detalles antes de los encuentros oficiales.
Más nota: Costa Rica está nuevamente motivada para lograr una destacada participación en la Copa de Oro.
Costa Rica supera fácilmente a Belice. (Ejquial Beckera / AFP)
El segundo semestre más importante
En este momento, Costa Rica lidera su grupo actual con un total de seis puntos, lo que les da la ventaja y una victoria necesaria para avanzar a la ronda final. Este próximo paso se llevará a cabo entre septiembre y noviembre del presente año y ofrecerá la oportunidad de obtener boletos para la Copa Mundial de Fútbol que se celebrará en tres sedes: Estados Unidos, México y Canadá, en el año 2026.
La fase final se estructurará en tres grupos de cuatro equipos cada uno, sumando un total de 12 selecciones que competirán fervientemente tras la finalización de la fase anterior. Los encuentros se programarán de tal manera que se disputen seis partidos entre el 1 y el 9 de septiembre, mientras que los partidos del segundo grupo se jugarán entre el 6 y el 14 de octubre y, finalmente, la última ronda se cerrará entre el 10 y el 18 de noviembre.
Es importante señalar que el primer lugar de cada grupo se clasificará directamente para la Copa del Mundo, mientras que los dos mejores segundos tendrán la oportunidad de luchar por una plaza adicional a través de un repechaje continental. Este es un momento decisivo para Costa Rica y su selección, ya que el sueño de llegar una vez más a la Copa Mundial se presenta como un objetivo palpable.